Me lo contó un cuervo.

Alzarse sobre la blanca torre de marfil construida sobre mi desesperación ya no merece la pena. El cielo se ha vuelto negro, no puedo ver nada. Nunca cesará la lluvia, siempre desesperara. Ya no hay vida en este mundo. Solo ceniza de épocas pasadas y ruinas de recuerdos casi enterrados. Las lágrimas ya no me sacian, ya no me liberan.
Encerradme y tirad la llave.

Épica barata.

Estoy harto del universo, es como si toda la energía negativa que fluye por el planeta se concentrase en mi habitación y no dejase a mi alma respirar. Estoy encerrado entre 4 paredes que no parecen inmutarse ante mis llantos y mis gritos. Todo se desvanece menos mi locura, cada vez más crecida. Estoy harto del universo.
Dejad que los muertos se acerquen a mi.

El vacío de la vanidad.

Un existencia sin sentido, ¿por qué estoy aquí?. Ya no se lo que busco, comprensión, cariño, amor, lujuria... Ya nada es como solía ser, ella se fue, después yo la abandone, y ahora me lo merezco no se si por no haberlas amado lo suficiente o porque lo hice tanto que ya no me queda nada.
Desaparecería en mi mundo de sombras, si pensarlo, sin dudarlo, pero no quiero que vengáis a buscarme, quien soy yo para haceros eso.
Mis demonios ya ni siquiera son nada comparados con el oscuro e infinito vacío.
Dissapear.

Maestro del fuego.

Señor y dueño de las llamas negras que de mi surgen, aunque por sencillas se vuelvan incontrolables.
Deudo del fuego, a el le debo todo lo que soy y espero que también lo que seré , no quisiera perder la llama oscura que en las noches me abriga y me acompaña en mis mas profundos sueños.
El calor oscuro que de mi mismo emana, no se si sera locura, o soledad, o muerte...tampoco me importa.
Aquella vez, pase de dios oscuro a dragón blanco, y una vez mas después...ambas inútiles por supuesto.
Seguiré buscando a la dama que entre hielos sea capaz de enfriar mi odio, mientras tanto, arderé.
No soy yo, el que se oculta tras la máscara.

Reinventar.

Lo unico que cambiaria de este mundo es la premura que tiene el tiempo para transcurrir en los momentos inoportunos.

No me importa el silencio, pero no te vayas de mi lado.