Por encima del océano de nubes.

19.9.12

¿Sabe el cielo qué es el cielo?

Algo que me gusta pero nunca pude hacer
es tumbarme sobra la hierva a ver un atardecer
en un campo verde como la esmeralda
aunque no fuese primavera.

Y al estar allí tumbado
en el límite del prado
dejar de divagar con mi mente
y poder pensar, solamente, una vez más
que nunca hubo sitio para mi en este mundo
pero que siempre me dio igual.

A partir de ese momento
dejaré de temer el cogerte la mano
y decirte "acompáñame a donde nadie ha estado"
y así empezar a caminar
sin un rumbo prefijado
hacia el horizonte, y nada más.

Es el sueño de un loco poeta
y tonto soñador,
¿quizá era al revés?
que se yo
pero claro me ha quedado
que los sueños... ¿sueños son?

14.9.12

Soneto a una estrella victoriana.

Caminar por la calle y ver una estrella con sombrero
enfundada en botas altas de tacón
con una bella sonrisa de corazón a corazón
andar por la calzada en dirección a su cielo.

No te vayas estrella, quédate conmigo
ahora que veo tu luz no sabría vivir sin ella
si las sombras me engullen de nuevo
no podré volver a verte, bella.

Y así se paro la estrella y nos miró
a todas las partes de mi cabeza
y, como viendo todo, sonrió.

No todos pueden decir, comparto mi mundo con una luz
por eso me atrevo a decir, que afortunado soy
porque por ti, mi estrella, yo ahora pienso en azul y en ella.

10.9.12

No hay espacio para la poesía.

Hoy, más que poema, escribo con mi mente
una pequeña reflexión en verso
de todos y cada uno de sus besos
y de como, en mi, provocan erupciones
de la llama que guardo en mi pecho
que era con recelo conservada
sin apenas ser mostrada
pero ahora es cierto que la caja rompió
estallo en fuego todo mi dolor
y ahora las manchas negras son consumidas
entre gritos agónicos de un pasado
que no dejaban ver ni un día soleado.

Y ahora que esta oscuridad ha aceptado su luz
ahora, que sin duda alguna, ha mermado en mi
toda amargura es el momento en el que puedo decir
¡Oye mis gritos vida, no has podido conmigo!