Por encima del océano de nubes.

28.5.12

Yacer aquí, vivir lejos.

Siempre me he sentido, no, siempre he estado encadenado. Encadenado a un lugar, a un destino, a una vida casi programada. Aunque yo nunca me he dado cuenta. Es irónico que hasta ahora siempre me haya sentido con libre albedrío, y ahora, eso haya cambiado radicalmente. Soy uno más de la masa, de esa masa que siempre he odiado, de la que no me permitía pertenecer. Y estoy aquí, enterrado en un suelo que se mueve bajo deseos que, desde luego, no son míos.

Quiero romper con todo, coger un saco, meter en el mis recuerdos importante y coger la carretera para comprobar que me depara el tiempo. Yo no creo en el destino, me parece mentira que alguien pueda pensar que su futuro ya está escrito en algún sitio; si nuestro futuro lo forjamos nosotros, eso no tiene sentido. Me queda por pensar que me retiene aquí. ¿Familia? no. ¿Amigos? solo algunos, pero no. ¿Estudios? no. ¿Dinero? en parte, pero no es suficiente.

Acabo de mirar a la puerta, como esperando que se abriese y apareciese alguien diciéndome: "¿A qué demonios esperas? El camino está ahí delante". Pero por supuesto, no ha aparecido, nunca lo hará, tendré que hacerlo yo solo porque esa es la parte importante de todo esto, ahí es donde reside todo el valor. En no mirar atrás y dejar que el viento te guíe por los senderos, estar donde nadie ha estado, y ver el mundo como nadie lo ha visto. Ese, es mi deseo y me destroza no poder cumplirlo, esto va más allá de cualquier sentimiento por el amor o por la amistad, o por tener un bonito coche descapotable, esto es algo más grande, algo que necesito, que mi mente necesita y mi cuerpo quiere.

Aún así, ahora que me he dado cuenta, es demasiado pronto, tengo cosas que solucionar aquí, si simplemente lo dejase todo tal y como está, ¿como me sentiría conmigo mismo? Quizá sea por la educación tan buena que yo creía haber recibido por la cuál no consigo ver mi independencia. ¿Dónde está el chico libre que yo pensaba que era?

Y ahora que lo pienso, ¿por qué estoy estudiando informática? Me he criado entre ordenadores, y eso a marcado mi vida. ¿Debo consentirlo? ¿He llegado hasta aquí para darle una patada a todo?

Hoy, tengo mucho que pensar, y te doy gracias por ello, ya que ahora por lo menos soy consciente de que me ata y de lo fuertes que son las cadenas. Ahora por lo menos, estoy más cerca de romperlas.

25.5.12

No existen los quizá.

Solo puedo dejar  a mi musa volar
para escribirte unos simples versos
nimios, pero dignos de mencionar.

Y no es sino verdad, que de vida
vivo, y de cariño me alimento
que es tu belleza soñar
con los páramos abiertos
de montañas hechas de polvo estelar.

Si noche es de conversación
al menos, déjame presentarte esta canción
compuesta por dedos controlados
por una mente igual, que no muerta;
pues hoy por sueños no he llorado
y mi mente para ti esta abierta.

23.5.12

Anonimato.

Vivo en la tierra de lo hombres,
de los jinetes sin nombre
con armaduras de cobre.

Los que viven en el anonimato
se fijaron en mi, como ser o persona
de cualidades extrañas.

No sé por que motivo o razón
increíblemente nefastas
distéis a topar conmigo
persona non grata
en los jardines del olvido.

Mas ya que habéis llegado
quedaos, hablemos
convenceos de vuestro engaño.

Brindemos por un futuro incierto
lleno de maldades y bondades,
criterio incierto y sin modales.

¡Hoy la lluvia se viste de rojo
para deleite de nuestros ojos,
levantaos hermanos bebamos por nosotros
cantemos al oído de los extraños,
olvidemos todo lo antaño
somos criaturas anónimas que aquí han estado
y como personas al descubierto nos hemos quedado!

12.5.12

Deseos encarnados.

Vivo con miedo a la desdicha,
pánico a la soledad
terror a los "noes" que se me dictan.

Estoy aquí por error
casualidad universal
de un mundo azaroso
pútrido y morboso.

Que merecemos no ser
no es novedad
en esta tierra de pobreza y maldad.

Pero, todos los momentos vividos
y que están por llegar
han merecido la pena así como la merecerán,
todos los rechazos que he sufrido
son ahora escritos de mis suspiros
historias que pudieron haber sido
y que sin duda alguna vez serán
pues es cierto que tengo un espíritu malherido
pero nadie, ni yo, dije nunca algo de quedarme en el camino
pues estoy aquí, aunque sea solo porque si,
y no me pienso ir sin quitarte un beso de los labios
y robarte un "te quiero" para mis oídos.

Aquí estoy, y aquí seguiré
pues ni la muerte sera motivo suficiente
para hacerme desfallecer,
!Óyeme universo, ponme piedras delante
y no dudaré en destrozarte sin perder
pues a ella quiero conocer
y ten por seguro que lo voy a hacer
sin dar un solo paso vacilante!

4.5.12

Historias no inventadas.

Este es el desenlace de algo que nunca ocurrió pero que podía haber sido pues ella solo estaba a 6 mesas de distancia y cada vez que pasaba por su lado sonreía como esperando. Tan solo me acerqué y le dije:
-¿Sabes que puedo leerte la mente?
-Pues dime que pienso.
-En que hace un precioso día de lluvia para pasear bajo ella con alguien que no conoces.
-¿Y si no pienso algo así?
-Si lo piensas, aunque no quieras pensarlo.
Así lo único que hice fue levantarme y tenderle mi mano. Para mi sorpresa, la aceptó y salimos de allí sin rumbo fijado, como almas en un barco a la deriva en un mar de nubes.
-Siempre he detestado la lluvia-dijo.
-Siempre es un buen momento para cambiar tus ideas.
-Solo me queda una cosa por saber. El nombre de la persona que me ha arrancado de los apuntes de un examen próximo para hablar de cosas vacías mientras nos resfriamos por la humedad.
-Los nombres no tienen importancia, son solo palabras, palabras sin ningún significado. Solo existe el aquí y ahora, y aquí y ahora solo hay dos personas empapadas por la lluvia.
-A quién no parece importarles.
-El mundo no tiene importancia, ni nada de lo que ocurre en él. Son las personas las que merecen la atención, los que estamos aquí por azar y casualidad.
-¿Y que ocurriría si las personas dejasen de ser importantes? Si nos convirtiésemos en nada.
-Eso no puede pasar, porque tu ya eres todo.
Y la besé, su reacción instantánea fue tan dura como un golpe con la palma de su mano en mi fría mejilla mojada. Y tras eso solo la volví a besar.
Y esto, no es más que una posible realidad de lo que podría haber ocurrido si yo solo tuviese el valor necesario para acercarme y decirle al oído: "Esta es la realidad que he querido vivir contigo".