El día de la valentía.

Con la capacidad que mis helados dedos pueden
y mientras mi vista se desvía hacia tu mirada
ya sea por fria cámara poco importa
pues lo que aquí relato no pierde verdad
y que ese día aún reconstruyo
con la esperanza de recordar tus labios
y tu besar
así como tu perfume y tu fuego
no soy capaz de olvidar
ni creo que en esta vida o en las demás
no pueda dejar de recordar
lo que ese día en mi ha creado
que evoluciona con constancia
y espera a ti poder volver a verte.

La valentía que me influyó
a ti te la debo
eso te lo aseguro
pues gracias a ello espero
esperarte en el futuro.

Dicornio.

O tiempo o muerte
como alma vagante
sin camino ni estandarte
sollozo en las esquinas
esperando por la liberación
y calavera embotada
aguarda mis palabras
para otorgarle satisfación
a seres ignotos de tierras lejanas
o demonios distantes.

Por año y año
comprendo
por día y día espero
y como si nada enseño
los dientes a los lobos
y los cuartos a los rateros.

Menos tiempo de viaje
más de espera
en la cantera trabajar
para desear ser uno más
y luchar por no conseguirlo.

Puesto soy yo caballero
sin espada, lanza o yelmo
cuyo jubon al día brilla.

La suave mesura de la voz dormida.

Tras tanto sin comprensión
llega la revelación
no es cambio lo que esperaba
no es cambio lo que necesito
soy yo, ser yo
luchar por mi y de lo que mi anhelo
con fuerza y fuego
abrirme paso a traves de mis propios pensamientos
derrocar a las estatuas de polvo y ceniza
que tanto tiempo me han guardado
encerrado en las ruinas del mar de cristal
tiempo ha llegado de borrar ese mundo
sin olvidarlo, pues mucho se ha vivido
que merece ser recordado
sin embargo, arriba
una escalera de madera
que se pierde en un océano de nubes
y tras el primer escalón, aguardo lo que haya
más allá.