Soy un instrumento
una mera herramienta de mi propia existencia
me dejo llevar por la corriente humana
creando y realizando cuando me piden
cuanto me exigen los humanos
ya, con la marea del tiempo perdido,
apenas si puedo pensar en mi mismo
o en mi libido
muero con cada sonido de un cigarrillo ardiendo
y cada mirada a las estrellas
y con la creciente disminución de sueños y objetivos
intento desvelar donde me perdí de mi
un año pasará, y un papel más
otra cadena a una mesa sin siquiera querer escapar
cuando las palabras en papel no me conmuevan
y los mundos digitales dejen de significar aventura
cuando la reproducción cobre más importancia que el amor.
Sabré que he muerto.
Por encima del océano de nubes.
30.9.14
22.9.14
Tres pasos más.
Y en tan solo un suspiro
adiós
sin más
A solo tres pasos.
sin viento
ni lluvia
el deshielo
y ahogarse en las aguas infinitas
A solo tres pasos.
entre los mares de nubes
los valles de fuego
crestas sin nombre
vacíos
A solo tres pasos.
acordes oscuros
voces quebradas
pasos de baile en desacuerdo
soplidos sin fuerza
A solo tres pasos.
y así como en la arena
y así como en el credo
de los papeles en la madera
y los besos sin tiempo
A solo tres pasos más.
adiós
sin más
A solo tres pasos.
sin viento
ni lluvia
el deshielo
y ahogarse en las aguas infinitas
A solo tres pasos.
entre los mares de nubes
los valles de fuego
crestas sin nombre
vacíos
A solo tres pasos.
acordes oscuros
voces quebradas
pasos de baile en desacuerdo
soplidos sin fuerza
A solo tres pasos.
y así como en la arena
y así como en el credo
de los papeles en la madera
y los besos sin tiempo
A solo tres pasos más.
18.9.14
Una espada sin vaina.
Mientras cabalgo los aullidos de la Luna
rezo a dioses que no comprendo
por una flecha certera en mi maltratado ser
que acabe con la agonía de la batalla
que nace en mi al no olerte a mi lado
pero los valles son solitarios
y ni el más hábil bandido podría alcanzarme
pues soy la muerte a caballo
cuyos huesos nunca tocarán el suelo
más que para veros arder en las llamas de algún infierno.
Tienen por costumbre los lobos aullarte
y los hombres temerte por lo que albergas
en tus ropajes negros y tu sayo de frío
más yo, que ni lo uno ni lo otro soy
perseguiré al horizonte si allí me esperas.
rezo a dioses que no comprendo
por una flecha certera en mi maltratado ser
que acabe con la agonía de la batalla
que nace en mi al no olerte a mi lado
pero los valles son solitarios
y ni el más hábil bandido podría alcanzarme
pues soy la muerte a caballo
cuyos huesos nunca tocarán el suelo
más que para veros arder en las llamas de algún infierno.
Tienen por costumbre los lobos aullarte
y los hombres temerte por lo que albergas
en tus ropajes negros y tu sayo de frío
más yo, que ni lo uno ni lo otro soy
perseguiré al horizonte si allí me esperas.
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